Entre el 7 y el 10? los niños de 5 a 6 años moja la cama - Semana de la Enuresis Infantil

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Del 5 al 11 de junio, se conmemora la Semana de la Concientización sobre la Enuresis Infantil

Entre el 7 y el 10% de los niños de entre 5 y 6 años moja la cama durante la noche

●      Es una condición médica denominada ‘enuresis’, que no es una enfermedad, pero suele generar mucha angustia, tanto en el niño como en su entorno familiar.

●    Si bien la mayoría de los casos se resuelve en forma espontánea cuando el chico alcanza el nivel madurativo de control de sus esfínteres, existen algunas pautas que pueden ayudar en el abordaje, aunque siempre con la visita y el asesoramiento del pediatra.

Buenos Aires, 5 de junio de 2024 – Que un niño o niña de 5 o 6 años moje la cama durante la noche es motivo de consulta muy frecuente en Pediatría. De hecho, si bien las cifras de prevalencia son variables, se estima que es una condición presente en entre el 7 y el 10% de los chicos de esa edad.

“Es una condición -no enfermedad- que se da cuando niños mayores de 5 años presentan la emisión involuntaria de orina nocturna, siempre en ausencia de alteraciones orgánicas, ya sean congénitas o adquiridas. Y decimos ‘condición’ porque se presenta en niños sanos en general, sin otras enfermedades subyacentes, pero que deberían ya tener completo control de esfínteres durante la noche”, afirmó el Dr. Cristian Sager, médico urólogo pediatra, miembro del staff del Centro Argentino de Urología (CAU). “Si bien no suele revestir gravedad, se transforma en un problema que genera mucha angustia, tanto en el niño como en la familia”, agregó.

La afirmación fue hecha en el marco de la ‘Semana de la Concientización de la Enuresis Infantil’, que se conmemora del 5 al 11 de junio, y que tiene por objetivo acercar información a las familias para transmitir tranquilidad e indicarles cuándo deben acudir a la consulta con el pediatra. Sobre todo, cuando se trata de las enuresis más prevalentes, que son aquellas en las que el niño no tiene ningún otro síntoma en las vías urinarias bajas (también llamada monosintomática).

“Un niño de más de 5 años que tenga un episodio cada 2 o 3 meses, seguramente no requiera tratamiento, pero aquellos que presenten 1 o 2 episodios por semana, o 3 en dos semanas, sí deberían ser llevados a la consulta con el pediatra. En contrapartida, un niño que tiene un episodio cada 2 o 3 meses seguramente no necesite tratamiento y ya esté en una fase de resolución espontánea”, sostuvo el Dr. Sager, quien también se desempeña como urólogo pediatra en el Hospital Garrahan.

Aunque no están del todo claras las causas que favorecen la aparición de la enuresis, los especialistas coinciden en que se produce por una demora en la maduración en el control de los esfínteres, pero que también contribuyen a la producción de episodios la ingesta abundante de líquidos antes de ir a dormir, situaciones de estreñimiento (en las que los intestinos pueden ejercer presión sobre la vejiga y generar problemas de retención y de vaciamiento), estar cursando una enfermedad leve, cansancio o tensiones en la casa, y factores ambientales, sociales y familiares, como problemas económicos, fallecimiento de un familiar, nacimiento de un hermano, inicio escolar o rechazo en la escuela y abuso sexual, entre otros.

“Lo importante es que la familia acuda a la consulta con el pediatra en lugar de esperar a que el trastorno desaparezca solo, o con el paso del tiempo. Este sabrá asesorarlos y los ayudará a resolver el problema. Es necesario no culpar al niño, no dramatizar con cada episodio, premiar al niño cuando amanezca seca, proteger el colchón con una cubierta de plástico para minimizar las consecuencias de la enuresis y seguir las recomendaciones del pediatra”, afirmó el Dr. Norberto Bernardo, médico urólogo, director del Centro Argentino de Urología (CAU).

El tratamiento está centrado en la consulta clínica con el pediatra, quien indagará sobre el entorno del niño y solicitará completar un registro de cantidad, horarios y volumen de las micciones del paciente durante dos días enteros para descartar la presencia de algún otro tipo de incontinencia urinaria. Eventualmente podrá evaluarse si existe un estado de constipación o trastornos respiratorios como comorbilidades.

También se recomienda que el niño esté bien hidratado durante el día, que concurra al baño para orinar entre 6 y 8 veces, y que por la noche no ingiera mucho líquido ni alimentos excedidos en sal y/o azúcares; tampoco gaseosas o jugos, nada que contenga estimulantes artificiales en los preparados o que sean alimentos muy compuestos o ultraprocesados.

“Un problema habitual es que los niños en la escuela deban utilizar el recreo para hidratarse e ir a orinar al baño, pero no hacen ni una cosa ni la otra. Y será difícil tratar a la noche lo que no está resuelto durante el día”, completó el Dr. Sager.

“Como complemento del tratamiento también existen unas ‘alarmas’ o ‘despertadores’ que detectan la humedad y activan un sonido que le permite al niño despertarse y utilizar el inodoro, y también medicamentos para los mayores de 6 años que ayudan a disminuir los episodios. Pero, la mayoría de las veces, la enuresis se resuelve en forma espontánea con la implementación de los cambios nutricionales y conductuales, más la maduración natural del niño”, consignó el Dr. Bernardo, quien también es jefe de Urología del Hospital de Clínicas José de San Martín (UBA) y profesor titular de Urología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Bs. As.

En el pasado se hablaba de enuresis de causa psicológica, pero los especialistas coinciden en que eso es un mito ya desterrado: ‘la enuresis nocturna primaria monosintomática no tiene una causa psicológica; en algunos casos podría verse empeorada por problemas emocionales o conflictos familiares, pero no es lo más frecuente’, afirman.

En contrapartida, algunas veces los pediatras en la consulta de casos de enuresis llegan a identificar problemas de conducta en la escuela, personalidades ‘de oposición desafiante’ o chicos que son difíciles de manejar y que son reacios a las órdenes de los padres; en esos casos, el pediatra podrá sugerir la evaluación psicológica. Pero, justamente, el tratamiento de la enuresis tiene por objetivo evitar en el niño consecuencias psicológicas futuras, como la retracción social.

Entre las consecuencias psicológicas el Dr. Sager, describió que muchas veces un niño enurético no querrá ir a dormir a la casa de un amigo, a una piyamada o a una excursión, porque teme orinarse y le da vergüenza que lo descubran y se burlen de él. Por eso, el tratamiento de su enuresis en gran medida se enfoca en evitar ese tipo de consecuencias psicológicas”, concluyó.

 

Acerca del Centro Argentino de Urología (CAU)

El Centro Argentino de Urología es un centro de referencia en Urología que se destaca por su vanguardia tecnológica, excelencia médica y alta complejidad quirúrgica.

Ofrece a cada paciente todos los servicios de esta especialidad; realiza cirugía ambulatoria y cuenta con la última tecnología al servicio del bienestar del paciente en todas sus instancias: consulta, diagnóstico y tratamiento.

El Dr. Norberto Bernardo se destaca como referente del CAU. Como urólogo experimentado y respetado internacionalmente, su dirección ha impulsado a la clínica a nuevos niveles de excelencia.

Bajo el liderazgo del Dr. Bernardo, la clínica se ha convertido en sinónimo de atención de calidad, atrayendo a pacientes de todas las latitudes en busca de experiencia y atención personalizada.